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Exjefe pandillero detalla cómo apoyaron a Bukele en su ascenso político

“Nos pagaron US$250.000 por apoyar a Bukele”, dice un exjefe pandillero salvadoreño. Asegura que hubo un pacto secreto entre el partido que respaldaba al actual presidente, su posterior gobierno y algunos grupos criminales.

02 de mayo de 2025 - 03:57 p. m.
Una entrevista con El Faro en la cual alias Charli habla sobre la relación de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios con Bukele
Una entrevista con El Faro en la cual alias Charli habla sobre la relación de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios con Bukele
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Carlos Cartagena, alias Charli, un antiguo líder del Barrio 18 Revolucionarios, relató que su pandilla respaldó a Nayib Bukele desde su candidatura a la alcaldía en 2015, a cambio de dinero, beneficios gestionados en cárceles salvadoreñas y una estructura de favores sostenida en el tiempo hasta 2022 cuando se dice que el pacto secreto entre el gobierno y las pandillas cesó.

Cartagena aseguró que el respaldo de su pandilla al entonces candidato Bukele fue negociado cuando el actual presidente aún militaba en el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), del que posteriormente fue expulsado durante su alcaldía en San Salvador. “Ellos pidieron el apoyo de nuestra gente, de nuestras comunidades, de nuestras colonias, para poder elegirlo a él como alcalde”, dijo en una entrevista con El Faro, medio de ese país, publicada esta semana.

Charli, quien tiene una orden de captura vigente y se encuentra prófugo, ofreció detalles de cómo se canalizó ese respaldo. Según dijo, la comunicación se realizó a través de emisarios y figuras clave como Carlos Marroquín, hoy director de la Dirección del Tejido Social. Marroquín, sancionado en 2021 por Estados Unidos, fue identificado como la voz principal en las negociaciones entre el entorno de Bukele y las pandillas. “Él era el que decía: necesitamos el apoyo”, afirmó Charli.

Un pacto político financiado

Según el testimonio, el acuerdo incluyó la entrega de US$250.000, repartido entre las estructuras del Barrio 18 y otras pandillas. A cambio, debían asegurar votos en las comunidades bajo su control. Charli relató que el trabajo incluía “influir en familias, amigos, vecinos” y asegurarse de que en cada centro de votación ganara el FMLN.

El control ejercido no era simbólico. “Si dicen que en la IVU (barrio de la capital) ganó Arena (partido político opositor), hay problema”, aseguró. Incluso mencionó que muchos simpatizantes de partidos opositores sabían que estaban siendo observados.

En ese momento, el objetivo era asegurar la victoria de Bukele en la alcaldía capitalina, considerada una plataforma clave para su proyección política. La relación, según Charli, implicó favores, canalización de recursos y advertencias de operativos. Aunque el exlider de Barrio 18 Revolucionarios evitó detallar si el dinero fue usado en actividades criminales, sostuvo: “Eso fue como un gasto más personal”, dando a entender que el pago fue hecho a líderes como compensación personal, más que a las pandillas para su propia inversion.

Charli fue detenido el 21 de abril de 2022, en pleno régimen de excepción, pero fue liberado minutos después y escoltado hasta su casa, según reveló la revista Elementos. Todo ocurrió, según el medio, por “orden superior”. Su testimonio fue publicado públicamente al día siguiente. Hasta ahora, no ha habido respuesta oficial por parte del gobierno salvadoreño.

La ruptura del pacto

El Ejecutivo salvadoreño ha promovido una política de mano dura contra las pandillas. Bukele, quien entró al poder en 2019, realizó una ofensiva importante el 27 de marzo de 2022, en la que ocurrió una matanza de 87 personas atribuida a estructuras criminales. De acuerdo con investigaciones hechas por periodistas, ese ataque ocurrió tras la ruptura de un pacto secreto entre el Gobierno y las pandillas MS-13 y Barrio 18.

Dice El Faro, que desde entonces, más de 85.000 personas han sido detenidas en medio del régimen de excepción. Numerosas organizaciones han denunciado condiciones precarias de reclusión, detenciones arbitrarias y falta de garantías procesales. Al menos 400 personas han muerto bajo custodia del Estado, algunas con signos de tortura, sin haber recibido juicio.

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Macario Paramo(86653)02 de mayo de 2025 - 06:14 p. m.
Se van sabiendo cosas que muchos suponíamos desde siempre. Un régimen de terror es el de Bukele. Las personas que dicen admirar su gobierno pasan por alto no solo su forma de llegar al poder sino también su macabra forma de mantenerse en el. Miles de personas lo pueden atestiguar si no hubiese el miedo constante a ser las nuevas victimas.
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