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El desafío de la gobernanza del agua: ¿es posible ordenar el territorio a tiempo?

Los Encuentros por el Agua y la energía renovable de este año buscan un acuerdo colectivo, regional e intersectorial para fortalecer la gestión del recurso hídrico ante condiciones climáticas extremas, en el marco del ordenamiento territorial y la transición energética justa. Con la participación de diversos actores, se realizarán en Medellín, Manizales, Bucaramanga y Bogotá.

WWF
27 de marzo de 2025 - 12:01 p. m.
Colombia cuenta con cerca de 15.000 kilómetros cuadrados de ríos.
Colombia cuenta con cerca de 15.000 kilómetros cuadrados de ríos.
Foto: WWF
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El 2024 fue el año más caluroso jamás registrado, con un promedio de temperatura global que superó los 1,55 °C, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En Colombia, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) alertó sobre el impacto de las sequías extremas generadas por el fenómeno de El Niño, la contaminación de ríos y el crecimiento urbanístico descontrolado el cual exige una mayor oferta de agua potable. Los embalses más importantes del país alcanzaron bajos niveles críticos, estresando el sistema eléctrico y llevando al racionamiento de agua en Bogotá y 11 municipios cercanos.

Las proyecciones indican que, de mantener las políticas actuales, la temperatura aumentaría en promedio 3,6°C para 2050, según el Panel de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA), lo cual impactaría la biodiversidad, la agricultura y la salud humana, y dejaría a cerca de 5 mil millones de personas en riesgo de escasez de agua, según ONU Agua. En el caso de Colombia, el 85% de sus habitantes dependen del agua proveniente de los páramos y las cuencas andinas; mientras que el 40% de las grandes cuencas del país presentan alta vulnerabilidad. De ahí que el Ideam advierta sobre la disponibilidad de agua en cuencas como las del Magdalena y el Cauca, la cual será cada vez más irregular, afectando la generación de energía hidroeléctrica y el abastecimiento urbano y rural.

Si bien Colombia es un país privilegiado en términos de recursos hídricos, con 15.000 km² de ríos y el 50 % de los páramos del mundo, que generan una oferta hídrica anual de 2,1 billones de m³, esta variabilidad climática evidencia la necesidad de continuar fortaleciendo el ordenamiento territorial alrededor del agua.

Un espacio estratégico para el diálogo y la acción

Ante estos desafíos, los Encuentros por el Agua y la Energía Renovable se consolidan como un escenario estratégico para el análisis técnico y la formulación de soluciones concretas desde los territorios. Por 14 años consecutivos, estos encuentros, realizados como parte de la campaña BIBO, ISAGEN y El Espectador han propiciado conversaciones clave sobre las oportunidades y los retos alrededor de la gestión del recurso hídrico y la energía renovable en el país, generado recomendaciones para los procesos de diseño e implementación de la política pública. Bajo la dirección técnica de WWF, este 2025 los encuentros se llevarán a cabo en Antioquia, Caldas, Santander y Bogotá.

Las reflexiones y propuestas generadas a lo largo de los años son un llamado a adaptarnos a los fenómenos climáticos extremos, restaurar ecosistemas, proteger rondas hídricas, fortalecer el sistema de alertas tempranas e impulsar una integración efectiva entre biodiversidad y servicios ecosistémicos bajo esquemas de gobernanza incluyentes.

Desafíos y estrategias alrededor del agua y los territorios

En 2025, las conversaciones de los encuentros girarán en torno al desafío de poner el agua y las personas en el centro de la planificación territorial y el desarrollo sostenible. Esta estrategia es clave para garantizar la seguridad hídrica y enfrentar los múltiples desafíos que amenazan todos los sistemas de vida: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

Esto implica avanzar en la conservación de ecosistemas estratégicos como páramos, humedales y bosques, así como fortalecer los sistemas de monitoreo y gestión del recurso hídrico. Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el indicador sectorial de ordenamiento del territorio alrededor del agua y la justicia ambiental registra un avance del 30,56 %.

“La realidad climática nos muestra que, para liderar el camino hacia un futuro resiliente, debemos priorizar el agua y ponerla en el centro de las acciones. Garantizar su disponibilidad, calidad, acceso justo y equitativo, y asegurar su conservación demandan todos los esfuerzos posibles. Un trabajo articulado, multiactor, que debe integrar las voces de quienes habitan los territorios”, señala Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia.

Como telón de fondo de los encuentros, y a nivel nacional, se tendrán temas como la actualización de la Política de Gestión Integral del Recurso Hídrico, que dará especial énfasis a la incorporación de gestión del riesgo de desastres por inundaciones y sequías en el ordenamiento territorial.

Aumentar el número de hectáreas bajo procesos de restauración es otra de las prioridades en el objetivo de asegurar el agua en el país, que garanticen la recuperación de la funcionalidad de los ecosistemas. Por eso, Colombia avanzará en la implementación de su Plan Nacional de Acción de Biodiversidad, con 191 acciones para detener y revertir la pérdida de biodiversidad y fortalecer la resiliencia climática a 2030, contexto que también será tenido en cuenta en el desarrollo de los encuentros.

Para articular estas agendas, el Desafío del Agua Dulce, una iniciativa global que busca integrar estrategias de conservación y restauración de recursos hídricos en planes nacionales de adaptación y desarrollo sostenible, es un instrumento de gran importancia. Esto permitirá avanzar en la meta global de restaurar 300.000 kilómetros de ríos y 350 millones de hectáreas de humedales apoyando el proceso de implementación del Plan de Acción de Biodiversidad.

Gobernanza del agua: un reto persistente

La gobernanza hídrica sigue siendo un desafío en Colombia. Fortalecer los marcos normativos, garantizar la participación de comunidades locales y mejorar la articulación intersectorial son elementos clave para asegurar un futuro resiliente.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) resalta la necesidad de una gobernanza efectiva, inversiones sostenibles y estrategias de adaptación. Destaca, además, la importancia de aumentar significativamente las inversiones en infraestructura hídrica para cerrar brechas de acceso a agua y saneamiento en la región. Estrategias como la gestión circular del agua, el uso de tecnologías limpias y la promoción de soluciones financieras innovadoras—como los bonos verdes y los fondos rotatorios de inversión—son fundamentales para avanzar en esta transformación.

Un año para actualizar los compromisos climáticos

Colombia proyectó como meta reducir en un 51 % sus emisiones de gases de efecto invernadero a 2030, implementando acciones encaminadas al fomento de energías renovables como la solar y la eólica; la adopción de medidas para fortalecer la resiliencia de las comunidades vulnerables en zonas no interconectadas; el mejoramiento en manejo de datos e información para la transparencia en la acción climática, y el fortalecimiento de capacidades locales, entre otras.

Dicho compromiso será actualizado este año. El Ministerio de Ambiente ha planteado una hoja de ruta para el proceso de actualización del plan de acción climática dentro del Acuerdo de París, conocido como la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), con el fin de que sea presentada antes de la COP30, que se llevará a cabo en Belem Do Para, Brasil, en noviembre de este año.

Esta Conferencia de las Partes sobre el clima será decisiva para el bienestar de todas las personas. Con el financiamiento como eje central, los países deberán presentar nuevas metas de reducción de emisiones para 2035, buscando evitar una crisis climática irreversible mediante una reducción del 40-50 % de emisiones para 2030.

De acuerdo con las medidas planteadas por el gobierno, Colombia busca desarrollar una hoja de ruta integral para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles con hitos claros. Este plan incluirá estrategias para reducir la dependencia fiscal de los ingresos procedentes de los combustibles fósiles y medidas concretas para garantizar una transición justa.

Seguridad energética y transición justa

La variabilidad climática también pone en riesgo nuestra seguridad energética, especialmente en un país cuya fuente principal es la hidroelectricidad: más del 70 % de la electricidad en Colombia proviene de las hidroeléctricas.

Camilo Marulanda López, gerente de Isagen, asegura que “la brecha entre oferta y demanda de energía es cada vez más estrecha por los retrasos en la entrada proyectos, menores inversiones en grandes generadoras de energía por la inestabilidad regulatoria y los fenómenos climáticos más intensos y frecuentes. La capacidad hidroeléctrica que ha soportado la demanda de electricidad del país se hace cada vez más valiosa, especialmente de plantas de generación de energía hidroeléctrica que pueden almacenar energía con sus embalses y proveer firmeza al sistema”.

Durante los encuentros también se abordarán los retos relacionados con la transición energética justa, y, de manera especial, el fortalecimiento de las comunidades energéticas a través de la participación efectiva de las comunidades para afrontar la creciente crisis climática.

Otro de los temas a explorar son las alternativas desde las regiones para lograr un financiamiento más robusto. WWF Colombia señala que la transición hacia un modelo productivo no basado en petróleo, gas y carbón implica necesariamente encontrar actividades económicas que generen, en el corto plazo, más de 50 billones de pesos colombianos del Producto Interno Bruto (PIB) anualmente y, al menos, 200 mil empleos directos con carácter regional.Al igual que encontrar una fuente permanente de ingresos para el Gobierno nacional de al menos 1,6% del PIB anual y de 1,5% del PIB para las finanzas territoriales, con el fin de no hacer insostenibles los balances fiscales y la inversión pública en el país.

Como resultado de los Encuentros por el Agua 2025, se elaborará un informe de política, diagnóstico y recomendaciones estratégicas para avanzar en la gestión del agua y la transición energética justa en Colombia para aportar en la implementación del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que será presentado en el Encuentro Nacional como un insumo técnico para la toma de decisiones que favorezcan el cuidado del agua y los ecosistemas estratégicos, así como el fortalecimiento de las comunidades en todo en el territorio.

Conoce los retos y oportunidades de años anteriores, y los acuerdos colectivos de este año aquí.

Por WWF

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